noviembre 5, 2022
Todos los líderes de negocio quieren conseguir una buena gestión empresarial. No obstante, para ello hay que considerar no solamente las oportunidades de mercado, sino también los posibles riesgos operativos. A continuación, te contaremos en qué consisten, cuáles son los principales y cómo puedes mitigarlos.
Los riesgos operativos son las posibilidades que tienen las compañías de sufrir pérdidas o tener problemas dentro de la organización. Es decir, se trata de situaciones que se pueden o no identificar y que podrían poner en peligro una o más áreas relacionadas con la organización.
Es importante mencionar que es imposible eliminar todos los riesgos, pues siempre aparecerán. Al fin y al cabo, el hecho de formar parte del mercado significa enfrentar una volatilidad, con oportunidades y desafíos. Por ejemplo, un gobierno corporativo, si quiere invertir en un activo prometedor, siempre tendrá el riesgo de perder dinero si el valor de la compra cae.
Del mismo modo, hay que tener en cuenta otra cuestión: la existencia de riesgos operativos no significa necesariamente un escenario catastrófico inevitable. Por ejemplo, si solicitas créditos digitales y no tienes fuentes de ingresos para pagarlos, tu compañía podría quedar en bancarrota, pues ese es el principal riesgo.
No obstante, si en un futuro aumentas tu flujo de efectivo para el factoring, esa consecuencia no llegará pese a que el riesgo ha existido. En consecuencia, todas las empresas tienen riesgos, ya que esa es la propia esencia del negocio. Sin embargo, las más exitosas son las que saben disminuirlos o evitar un impacto mayor de las posibles consecuencias.
¿Quieres saber más sobre los riesgos operativos en una empresa? Aquí sabrás en qué áreas pueden aparecer:
Esto podría suceder con la selección de personal. Si se contrata a una persona que no está capacitada para el puesto, estará el peligro de que no pueda resolver las responsabilidades correspondientes. Por lo tanto, el área de recursos humanos siempre debe mitigar los posibles riesgos operativos.
Es habitual que existan muchos inconvenientes con los procesos internos. Un caso claro se puede apreciar con las entregas con los clientes. Si se hace una mala planificación de la producción, tu empresa podría reducir el número de ventas. Pero eso no es todo: también podría bajar tu reputación por incumplir con los pedidos.
Las organizaciones tienen que lidiar constantemente con la tecnología, pero a veces pueden surgir algunos riesgos. Por ejemplo, si tienes toda la base de datos de tus clientes en un disco duro y no tienes una copia de seguridad, un virus o un error humano podría eliminarla e inutilizar tu compañía.
Un ejemplo claro ocurre cuando las empresas hacen inversiones. Por ejemplo, al invertir en un capital semilla, podría suceder que la compañía de la cual se adquirieron acciones empiece a tener números negativos ante un aumento de la materia prima que utiliza para producir. Como resultado, aumentará el riesgo de perder el dinero.
A continuación, te contaremos cuáles son los riesgos operativos más comunes en un entorno corporativo:
Un caso evidente sucede con las vacaciones de los trabajadores. Si no las planificas correctamente, podrías quedarte sin trabajadores en áreas importantes y esto afectará a tus ventas. Ahora bien, para evitar las posibilidades de que este riesgo se haga realidad, puedes utilizar algunos recursos.
Por ejemplo, siempre deberías tener a una persona encargada de gestionar todas las vacaciones o las bajas temporales. En caso de que necesites personas para cubrir ese puesto, puedes armar una base de datos con posibles candidatos, para que el proceso de selección sea eficaz.
Las empresas suelen manejar datos sensibles, motivo por el cual siempre aparecen riesgos operativos de ser atacado. Para esto, una posible solución es contratar un servicio especializado de ciberdefensa. Al tener monitoreadas tus bases de datos y tus archivos, la seguridad de tu compañía aumentará.
Tu compañía debería tener un manual de acción y protocolos para distintas situaciones, como ocurre con las quejas de los clientes. Si los empleados no saben cementar cambios o actualizaciones.
En definitiva, ya sabes cuáles son los posibles riesgos operativos que pueden existir en tu empresa, sin embargo no son los únicos: cómo tratar ante estas situaciones, podrías generar una crisis corporativa, por lo que se vuelve esencial tener un documento de respaldo.
Entonces, lo ideal es que puedas elaborar un manual corporativo lo más preciso posible. Allí deberías detallar distintos escenarios con posibles planes de acción. De esta manera, los trabajadores tendrán más recursos para saber cómo actuar ante esas ocasiones.
Por último, pueden existir problemas con los bienes corporativos. Un ejemplo ocurre con la infraestructura: si el edificio no tiene un buen mantenimiento, podrían ocurrir derrumbes. Así, se vuelve esencial que contrates a un especialista para que evalúe si es necesario implementarlo.
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