A comienzo de año, cuando se están estableciendo metas y propósitos en las empresas, es común que sus líderes se pregunten cómo van a cubrir las necesidades de capital que acarrea el nuevo año y que son vitales para el cumplimiento de sus objetivos. Es por ello, por lo que saber qué tipo de financiación es la adecuada para tu empresa, será una decisión importantísima para tu presente y futuro.
Esta es una incógnita a la que se enfrentan todos los emprendedores, pues en etapa de crecimiento donde se acelera la empresa, son necesarios muchos recursos para poder entrar y competir en el mercado con todos los agentes que en él se encuentran.
Pero, antes de decidir adquirir recursos de financiación, es importante que tengas la “casa organizada”, es decir, que tengas tu plan de crecimiento claro, tus necesidades de capital definidas y que conozcas los diferentes tipos de financiación a los que puedes acceder en el mercado.
En cuanto al plan de crecimiento, este incluye temas como la definición de metas, conocimiento del entorno y precisión de las estrategias. Este plan te ayudará a definir las acciones que llevarás a cabo para alcanzar tus objetivos, contribuyendo a que cada toma de decisiones empresariales esté encaminada y en pro de esa meta.
Teniendo el plan de crecimiento y las acciones definidas, ahora sí, debes estimar lo que tienes y lo que te falta para alcanzar los objetivos, es decir cuantificar tus brechas y necesidades. Cuando tengas claro cuáles son tus necesidades de capital, debes saber con precisión a qué se van a destinar esos recursos. Estos pueden ser utilizados en múltiples cosas, pero podemos mencionar dos grupos grandes de ellos; el capital de trabajo y la inversión. El capital de trabajo incluye aspectos tan importantes para el día a día de tu empresa como insumos, facturas, salarios, pago a proveedores e inventario. Y, la inversión se refiere a temas relacionados con el desarrollo de productos o aumento y mejoramiento de capacidad instalada.
Con todo lo anterior listo, es importante que tengas una visión amplia de las posibles fuentes de financiación a las que puedes acceder:
- Los recursos de fomento son líneas especiales de recursos que buscan apoyar la actividad productiva y fomentar el desarrollo de proyectos y emprendimientos, facilitando su acceso a recursos. Estos dineros los tienen disponibles varias entidades de apoyo al emprendimiento que pueden ser invertidos en diferentes etapas en las que se encuentre el proyecto o empresa. Generalmente son recursos para las primeras fases del emprendimiento, para su prototipado y viabilidad.
En la mayoría de las ocasiones los recursos de fomento son condonables, pero pueden acarrear acarrean costos administrativos. Este tipo de financiación normalmente viene con un valor agregado en temas de acompañamiento y educación para las empresas beneficiarias. - Equity es la financiación obtenida por la emisión de acciones de una empresa, en la cual se les da participación a terceros en el capital social de la misma.
Estos son recursos no reembolsables, que implican dilución, pues se está cediendo participación de la composición de la sociedad y, en muchos casos, también se cede de igual forma toma de decisiones. En muchos casos este dinero está acompañado de asesorías y mentorías o aprovechamiento de expertise que llevan a la empresa los nuevos socios. - La deuda es el tipo de financiación que se adquiere con los bancos o con entidades financieras a una tasa de interés y a plazo establecido.
Cabe reiterar que esta acarrea costos financieros (tasa de interés) y administrativos (que pueden ser comisiones, otros costos, etc). Normalmente no está acompañada de asesorías o mentorías.
Aquí te dejamos unos sencillos tips para que puedas identificar el tipo de financiación que mejor se ajusta a tu empresa en crecimiento, según sus características y necesidades actuales.
- Si tu compañía aún no tiene un flujo de caja recurrente, tu liquidez y solvencia puede que no sean las óptimas para llevar una deuda sana, por eso busca un socio.
- Por el contrario, si tu empresa tiene un flujo de caja recurrente y estable y reconoces que tienes capacidad de endeudamiento, busca una deuda.
- Si tu empresa tiene un modelo de negocio que está expuesto a altos niveles de incertidumbre, busca un socio.
- Si, por el contrario, tu emprendimiento funciona de manera estable y no está muy expuesto a incertidumbre y riesgos, busca una deuda.
- Si aparte de los recursos te caería bien un mentor u asesor para organizar tu empresa, busca un socio o un producto de crédito diferenciado con acompañamiento como el crédito inteligente de Finaktiva.
Los anteriores no son reglas universales, simplemente son generalidades y lineamientos que te pueden ayudar a orientar tus decisiones de financiación.
Esperamos este conocimiento sea de tu utilidad y te ayude a tomas las decisiones de endeudamiento y financiación más acertadas en las etapas de crecimiento y escalamiento de tu empresa. Es importante que tus deudas sean tomadas de manera consciente e inteligente, para que estas actúen como un potenciador de tu crecimiento y te acerque cada vez más a tus metas y resultados que deseas.